viernes, 26 de junio de 2009

LA CRISIS DE UN DESTINO TURISTICO. PUERTO VALLARTA

Puerto Vallarta es unos de los destinos turísticos del país que se han visto recientemente mas afectados por la crisis económica mundial, por los efectos de la alerta sanitaria y por la falta de planeación en su desarrollo.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que este destino turístico depende en un 80% del turismo norteamericano y que los principales compradores de segunda residencia se ubican en este segmento del mercado.

Y es que para nadie es desconocido que la economía norteamericana ha sido una de las más golpeadas por la crisis inmobiliaria y financiera en el mundo, lo cual ha afectado, indirectamente, al sector hotelero e inmobiliario de este destino turístico; hechos que se reflejan en una ocupación por debajo del 50% y en un desempleo local de más de seis mil trabajadores.

En segundo lugar, es de reconocer que la alerta sanitaria tuvo también sus consecuencias en los flujos de turismo nacional e internacional, lo que afectó temporalmente la llegada de cruceros y puso en evidencia la incapacidad de nuestros gobiernos para planear el desarrollo turístico y disponer de alternativas emergentes para defender el empleo en este sector.

En tercer lugar, es importante destacar que Puerto Vallarta es uno de los destinos turísticos del país más vulnerable a los vaivenes de la economía norteamericana; pues en los últimos años se ha convertido en uno de los balnearios más accesibles para los sectores más populares de nuestro vecino país. De no ser cierto, podemos echar un vistazo a la composición del turismo de la Riviera Maya, que es fundamentalmente europeo y ofrece múltiples opciones para vacacionar.

En realidad el problema es que en los últimos años, en Puerto Vallarta ha faltado visión, ha faltado capacidad para gestionar grandes inversiones de infraestructura o de equipamiento para la ciudad. A excepción de los hospitalarios hoteles no existe nada más, excepto uno que otro bar construido en fincas antiguas de lo que fue el típico pueblo de pescadores, es decir, sobre lo poco que quedaba de los restos del centro histórico.

Puerto Vallarta necesita no sólo de compromisos para hacer las cosas; necesita un Plan de Acciones Estratégicas que le permitan resolver en el corto y mediano plazo los enormes rezagos de su actual modelo de desarrollo. Es más, Puerto Vallarta necesita que, por lo menos, se ejecuten algunas de las acciones del Plan Municipal de Desarrollo 2004-2006, que quedaron inconclusas durante el gobierno de Gustavo González Villaseñor. Se requiere que, por lo menos, alguien se comprometa a impulsar la diversificación de la actividad económica o el equipamiento de la ciudad, tal como estaba contemplado en el mencionado Plan.
No es con promesas o con mejoralitos como se va a resolver la decadencia del sector turístico en Puerto Vallarta. Es más, la crisis estructural de un destino turístico no se resuelve con un concierto, o con subsidios coyunturales, sino con grandes inversiones, con un adecuado aprovechamiento de los recursos disponibles, sean estos arquitectónicos, naturales, culturales o humanos.

En fin, es evidente que el país y sus destinos turísticos requieren más que una Ley de Desarrollo Turístico o de un Plan de Rescate; de un adecuado Plan de Desarrollo Turístico Nacional de largo plazo o, por lo menos, de un Plan Municipal de Desarrollo Turístico, en el que los empresarios y los líderes locales participen directamente en la elaboración de las acciones estratégicas que nos permitan un desarrollo turístico sustentable y acorde con las necesidades y las potencialidades de este lugar.

Javier Orozco Alvarado
Rector del Cetro Universitario de la Costa
Economista, Maestría en Estudios Rurales y Doctor en Economía Internacional
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

Martes 23 de Junio de 2009.

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